Con frecuencia, dolores de espalda o de articulaciones tienen un origen en una mala postura. De hecho, muchas de las lesiones no suceden tras un fuerte trauma, sino que suceden por repetición de micro traumas. Por ejemplo, si nosotros tenemos una mala postura cada vez que nos sentamos frente el ordenador, las articulaciones que están X horas al día en una mala posición empiezan a deteriorarse con mayor rapidez.
El tejido dañado se inflama y empieza a tener cualquier patología con “itis” como tendinitis, bursitis, que quiere decir inflamación de los tejidos. Esta inflamación es la respuesta de nuestro cuerpo intentando reparar el tejido dañado, sino no eliminamos la causa del daño y de la inflamación, el problema acaba siendo crónico.
A veces cometemos un terrible error al confundir “quitar” el dolor con “curarse”. El dolor es síntoma de un problema, es una alarma del cuerpo que indica que algo no va bien. Si nosotros en lugar de trabajar con la causa del dolor nos limitamos a “taparlo” o no escucharlo, lo más probable es que el daño con el tiempo sea más difícil de reparar.